Marcilla recibe la festividad de Santo Tomás con un ambiente tradicional y festivo
El pasado viernes 31 de Enero, la localidad navarra de Marcilla, celebró la festividad de Santo Tomás, celebración que todos los años junta a su población, y a visitantes de otros pueblos de la zona, y este municipio, este día tan concurrido se llena de un ambiente festivo, religioso y gastronómico.
Leo Berrocal , 5 de febrero de 2025, El Blog de Periodismo IES Ega
Marcilla este pasado viernes 31, celebró su gran, y preciada festividad de Santo Tomás, ya que como aseguran muchos vecinos de la localidad, “es la mejor fiesta que hay en Enero en toda la zona”, en esta celebración, a lo largo del día, se hicieron varias actividades muy interesantes todas de ellas, aunque unas van dirigidas a una parte de la población más mayor. A las 9:00 de la mañana los auroros de la comunidad salieron por las calles del centro para cantar al Santo, y una vez llegado a la iglesia después de esto, que fue sobre las 10:30 de la mañana, se celebra la misa dedicada a Santo Tomás, y una vez acabada todos, desde mayores hasta pequeños, de van a la plaza del pueblo a almorzar, y todo esto amenizado por una charanga y acto seguido se recorren las calles del municipio, amenizadas con música y bailes . Mientras unos están en la charanga, los más pequeños tienen muchas actividades para hacer, como juegos tradicionales como la rayuela, o yincanas, o scape rooms organizadas por el Ayuntamiento, y con temática del santo, amenizando así la mañana también a los más pequeños. A continuación, hay un espectáculo realizado por las dantzaris del municipio pertenecientes al grupo de danzas tradicionales. Una vez acabado todo, las cuadrillas se van a comer juntas, bien a un restaurante, bien a una peña.
Em este día tan concurrido, en todas las peñas y restaurantes, es típico encontrarte calderete, y de postre hojaldres, que son los platos tradicionales de Marcilla, y aunque ahora se comen en las peñas, antiguamente se hacían romerías al campo que es donde hacían los calderetes y comían todos juntos, y se divertían desde los más mayores hasta los más pequeños. Al final del día, la población aprovecha esta célebre festividad, para salir de fiesta a las discotecas y bares, y así acabar pero esperando "hasta el año que viene".